No podemos predecir el futuro, pero sí inventarlo”. Esta fue la visión de Werner von Siemens en 1847, cuando fundó una de las empresas más innovadoras de la historia: Siemens AG. Hoy, casi dos siglos después, su filosofía sigue vigente. Aunque nos enfrentamos a un futuro incierto, la mayor amenaza del futuro no es la incertidumbre, es nuestra falta de adaptación. Tenemos la oportunidad de diseñar ese futuro con nuevas ideas y soluciones.
La nueva normalidad nos presenta un dilema vital: ¿seguimos aferrándonos a los paradigmas del pasado o creamos nuevas posibilidades para inventar nuestro propio futuro? Adaptarse rápidamente no es solo una opción, sino una necesidad.
Los roles en el cambio de paradigmas
El autor Joel Barker, en su libro «Paradigms: The Business of Discovering the Future» (1991), identificó los diferentes roles que surgen en los cambios de paradigma. Existen los precursores y pioneros, quienes inventan un nuevo orden asumiendo riesgos; y los colonos de paradigmas, que buscan maximizar beneficios minimizando los costos.
La pandemia del Covid-19 nos ofrece una oportunidad histórica de replantear el futuro que queremos construir. No importa si somos pioneros o colonos: lo relevante es ser conscientes de los cambios, entenderlos y adaptarse rápidamente. Después de todo, el cambio es lo único constante.
Un futuro que demanda responsabilidad compartida
La pandemia ha tenido un impacto devastador en la salud de las personas, ha dañado gravemente la economía y ha exigido respuestas rápidas de las instituciones. Gobiernos, empresas y la sociedad civil deben asumir su responsabilidad para construir un futuro lleno de oportunidades.
Los retos para los gobiernos en la nueva realidad
Los gobiernos tendrán que replantear sus agendas y estructuras para atender las expectativas de una sociedad que ha cambiado. Las personas demandan gobiernos más ágiles y eficientes que mejoren la calidad de vida. La agilidad será clave para actuar como facilitadores del bienestar en la nueva normalidad
Las empresas en la era post-pandemia: compromiso y adaptación
Las empresas también enfrentan desafíos importantes. Deberán asumir un mayor compromiso con la comunidad, promover espacios laborales más inclusivos y fortalecer el sentido de pertenencia de sus colaboradores.
El auge del teletrabajo también trae nuevos retos. Las compañías tendrán que lidiar con problemas como aislamiento laboral, falta de integración entre equipos y la posible pérdida de comunicación interna
Los ambientes de trabajo del futuro serán multigeneracionales, combinando millennials, baby boomers, perennials e incluso pasantes de 60 años con gerentes de 25. Las organizaciones tendrán que adaptarse a este entorno diverso y en constante cambio tecnológico.
Digitalización e inteligencia artificial: las empresas del futuro
La digitalización de las empresas abre un mundo de oportunidades. Inteligencia artificial (IA), realidad aumentada y robotización ya son parte del día a día en muchos negocios. Los equipos humanos están entrenando robots, mientras los robots realizan tareas que impactan directamente en los resultados empresariales.
Es fundamental que las empresas inviertan en re-skilling (reconversión de habilidades) para mantener a sus colaboradores actualizados. De igual forma, los profesionales deben preocuparse por su formación continua, ya que la demanda de habilidades digitales es cada vez mayor.
Las habilidades digitales más demandadas en el futuro cercano
El mercado laboral está viendo una alta demanda de profesionales digitales y una escasez significativa de talento. Entre las especialidades más solicitadas destacan:
- Especialistas en inteligencia artificial
- Expertos en ciberseguridad
- Arquitectos Cloud
- Científicos de datos
- Operadores de drones
Un informe de Deloitte indica que más del 50% de la fuerza laboral necesitará desarrollar nuevas habilidades en los próximos tres años. En respuesta a esta tendencia, empresas como Amazon han destinado más de 700 millones de dólares al upskilling de sus trabajadores para el año 2025.
La incertidumbre no es la mayor amenaza del futuro; lo es nuestra falta de adaptación. Las empresas, los gobiernos y las personas deben actuar con rapidez y abrazar el cambio para prosperar en un entorno en constante evolución.
Invertir en nuevas habilidades, adoptar la digitalización y fomentar un compromiso real con la sociedad serán los pilares para construir un futuro mejor. La clave no está en predecir el futuro, sino en inventarlo.